A veces me pienso. Y te pienso. Y veo la que hemos liado. Y escribo.
Y hace unos meses salió esto:
Al principio, incertidumbre, por aquello de la grave edad. Pero ya no hay relatividad en mi teoría: quererte es certeza. Buscarte es mi inercia. Porque hemos entrado en una dinámica maravillosa. Contigo mi vida tiene magnitudes vectoriales, con un valor, una dirección y un sentido. Y compartiendo espacio y tiempo estamos construyendo una historia fascinante. Que hace seis meses dio un giro copernicano trayendo el caos y la felicidad. Mi felicidad. Que tiende al infinito. Que ahora es ciencia exacta. Porque juntos formamos un todo imparable.