A mitad de camino
Queda lo que llevamos. No voy a mentir: el camino no está siendo de rosas. Me asusto desde que eras todo corazón hasta ahora, y soy un saquito de emociones, buenas y malas. Pero qué ganas de verte, Cronopio.
Queda lo que llevamos. No voy a mentir: el camino no está siendo de rosas. Me asusto desde que eras todo corazón hasta ahora, y soy un saquito de emociones, buenas y malas. Pero qué ganas de verte, Cronopio.
Todos los días me acuerdo de las mujeres de mi vida. De mi madre, un saquito de responsabilidades que se sigue desviviendo por sus hijos, que ya pasan la treintena. De mis abuelas, tan distintas, tan geniales. De mis tías, de las que están y las que se fueron, todas en mi corazón. De mis…