No quiero irme por los cerros de Úbeda contando mis volteretas por el mundo laboral; para eso hacen falta varios cafés. Pero, resumiendo, he trabajado en sitios que me gustaban pero el trabajo no, en sitios que no me gustaban pero el trabajo sí, en sitios que nada tenían que ver con lo que yo había estudiado, que me encantaban (o no), y sitios que eran justo lo que yo quería hacer pero las condiciones eran leoninas… Salir de la carrera en el año 2010 es lo que tuvo. Promociones que tuvieron que salir a flote de una crisis cuando ni siquiera habíamos empezado a nadar, y que ahora nos enfrentamos a otra cuando por fin empezábamos a hacer unos metros.

Pero seguimos en pie. Porque no suelo creer, pero me encanta crear.

La alegría me había hecho fuerte, porque (…) me había enseñado que no existe trabajo, ni esfuerzo, ni culpa, ni problemas, ni pleitos, ni siquiera errores que no merezca la pena afrontar cuando la meta, al fin, es la alegría.

El corazón helado – Almudena Grandes (2007)