Diez años después ha llovido demasiado, pero el show debía continuar.
La vida me puso a prueba, enseñándome que nada me pertenece.
Enseñándome que nada permanece.
Me licencié, me enamoré, me caí mil veces y me levanté mil y una, me fui y volví a casa.
Me reí hasta llorar y lloré hasta cansarme.
Mi hermano y yo os hicimos abuelos.
Y aquí seguimos.
Es una mierda no haberte tenido al lado.
Es una mierda que te hayas perdido todo esto.
Y que te vayas a perder lo que queda de show.
Diez años después sigo echándote jodidamente de menos.