Messy order

Muchos cambios venideros, y yo, viéndolos venir. Y echándote de menos. Y sabiendo que te voy a echar de menos más que nunca. Te habría encantado. Es un mal sueño largo, una tonta película de espanto, un túnel que no acaba lleno de piedras y de charcos. ¡Qué tiempo este, maldito, que revuelve las horas…

Y ya son ocho

El tiempo pasa que se las pela. Da miedo. Vuela. Igual los treinta me hacen hablar como el abuelo cebolleta, pero parece que fue ayer cuando te morías de risa viendo a Faemino y Cansado, cuando te emocionabas al escuchar a Pablo Milanés o cuando me amenazabas con ponerme a la Abadesa Hildegarda Von Bingen si…

Sí sabes lo que se pierden

Con algunos, además de la amistad te une un mismo sentir. Un sentir muchas veces desgarrador, duro. Y muchas veces vacío. Porque de la mochila se han arrancado de cuajo vivencias, momentos que esa persona se ha perdido y se va a perder. Alegrías que no disfrutará y penas que no llorará. Triunfos, propios y ajenos. Tropiezos,…

¡La gente no cambia!

Un buen amigo siempre me dice que tendemos a enamorarnos no de una persona, sino de aquello en lo que queremos que se convierta esa persona. También me dice que no tenga hijos nunca, pero esa es otra historia. Anoche salió el tema en una mesa entre cervezas, papas fritas, serranitos, ensaladillas y solomillos al…

Defender la alegría

Hoy me adueño de las maravillosas palabras de Benedetti. Este domingo defendamos la alegría como una trinchera defenderla del escándalo y la rutina de la miseria y los miserables de las ausencias transitorias y las definitivas. Defender la alegría como un principio defenderla del pasmo y las pesadillas de los neutrales y de los neutrones de las…

Librando la ausencia

Llegas y te duele mirarla a los ojos. Porque sabes qué tiene dentro. Sabes qué está pensando en ese instante y qué le queda por pensar. Qué le queda por llorar, por arrastrar esa nostalgia eterna imposible de asumir. Pero un día aprenderá a convivir con ella. Aprenderá a recordar sonriendo, aunque a veces rebosen lágrimas…

¿Nada más?

Sí hay más. Y conforme pasan los años, más aún. Me haría falta una vida para describirlo todo. No creo en un más allá, y mira que me gustaría. No quiero escepticismo, pero tampoco una promesa. Quiero vivir y compartirlo contigo. Aunque no estés. Aunque sea angustioso. No hace falta que estés para sentirte. ¿Qué…