Y ya son ocho

El tiempo pasa que se las pela. Da miedo. Vuela. Igual los treinta me hacen hablar como el abuelo cebolleta, pero parece que fue ayer cuando te morías de risa viendo a Faemino y Cansado, cuando te emocionabas al escuchar a Pablo Milanés o cuando me amenazabas con ponerme a la Abadesa Hildegarda Von Bingen si…